Prevenir las alergias en bebés y niños pequeños: nuestros mejores consejos

Las alergias pueden tener diferentes causas. Por ejemplo, los bebés nacidos por cesárea tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir alergias que los nacidos por parto natural. Los factores genéticos, la nutrición y las influencias ambientales también desempeñan un papel decisivo en relación con el riesgo de alergia.

En última instancia, la razón decisiva por la que se producen las alergias es un sistema inmunitario desequilibrado. Por lo general, nuestro cuerpo es capaz de distinguir entre influencias inocuas y nocivas. Si comes fresas, por ejemplo, el sistema inmunitario registra que estas fresas no suponen ningún peligro. Sin embargo, si tiene un sistema inmunitario desequilibrado, éste puede defenderse repentinamente de las fresas como si fueran invasores maliciosos.

En muchos casos, un sistema inmunitario debilitado es consecuencia de una flora intestinal desequilibrada. Nuestro intestino está colonizado por unos dos kilos de bacterias beneficiosas, como los lactobacilos. Si existe un desequilibrio entre bacterias "beneficiosas" y "perjudiciales" o si el organismo carece de bacterias beneficiosas, el desarrollo del sistema inmunitario se debilita.

Esta es también la razón por la que el riesgo de alergias es significativamente mayor en los bebés nacidos por cesárea. En un parto natural, la flora intestinal del bebé está compuesta por muchas bacterias beneficiosas, resultado del contacto del bebé con las secreciones vaginales y las bacterias intestinales de la madre. Sin embargo, este no es el caso de una cesárea. Faltan sobre todo las bifidobacterias y los "cultivos iniciadores" naturales de lactobacilos, las bacterias lácticas. De ahí que aumente el riesgo de alergias y, por tanto, también el riesgo de padecer asma.

Hace algún tiempo, los expertos opinaban que durante el embarazo y los primeros meses de vida del bebé era importante asegurarse de que los alimentos no contuviera ningún alérgeno potencial. Sin embargo, nuevos estudios sugieren que el riesgo de alergia sólo se reduce en muy pequeña medida si se evita la ingesta de alérgenos. Por lo tanto, no es absolutamente necesario, ni recomendable, evitar los alimentos alergénicos en general.

Además, debería asegurarse una dieta rica en vitamina D y ácidos grasos omega-3. Las variedades de pescado azul, como la caballa, son excelentes proveedores de estos. Si no comes suficiente pescado, lo mejor es tomar cápsulas de aceite de pescado como suplemento dietético.

Recientes descubrimientos científicos indican también que los probióticos desempeñan un papel importante en el tercer trimestre del embarazo. Se ha podido demostrar un efecto positivo especialmente en los niños con mayor riesgo de alergia. Las bacterias "beneficiosas" contribuyen a una flora intestinal sana, tanto en la madre como en el lactante.

En general, es importante seguir una dieta equilibrada y sana durante el embarazo y evitar en la medida de lo posible la comida rápida y las grandes cantidades de dulces. Más información sobre una alimentación buena y sana durante el embarazo.

La lactancia materna es lo mejor que puedes hacer por tu recién nacido después del nacimiento, porque la leche materna es naturalmente baja en alérgenos y contiene valiosos nutrientes protectores, como cultivos naturales de ácido láctico, que favorecen el desarrollo de una flora intestinal sana en su bebé. La leche materna fortalece a tu pequeño desde dentro y favorece el funcionamiento de las defensas inmunitarias.

Además de las proteínas de la leche, la flora intestinal del niño también desempeña un papel importante en la protección contra las alergias. Por eso, a la hora de elegir una leche de fórmula, hay que buscar ingredientes funcionales que favorezcan el desarrollo de una flora intestinal sana. Los expertos recomiendan una combinación de bacterias lácticas naturales y valiosas fibras alimentarias.

En el pasado, los expertos creían que los niños no debían consumir ningún alérgeno potencial en su alimentación hasta el año de edad. Sin embargo, ahora las recomendaciones son que los bebés se inicien en el consumo de alérgenos, como el pescado, con la introducción de los alimentos de destete.

El Instituto de Investigación de Nutrición Infantil, por ejemplo, recomienda que los niños de entre cinco y siete meses coman cereales que contengan gluten.

Aparte de los factores que acabamos de mencionar, hay otras influencias que pueden aumentar el riesgo de alergias. Por eso debes prestar atención a lo siguiente para proteger a tu bebé:

Evitar las influencias negativas del entorno

El aire viciado, el humo del tabaco y el moho: estos y otros muchos factores ambientales pueden aumentar el riesgo de alergia de tu bebé. Para prevenir una alergia, sigue nuestras recomendaciones:

• No fumes cerca de su hijo, ni siquiera al aire libre.
• Si es posible, evita pasear siempre con tu bebé por calles muy transitadas. Un paseo por el parque es mucho más saludable.
• Airea las habitaciones con regularidad. Si se airean las habitaciones con muy poca frecuencia, aumenta la humedad en la habitación, lo que contribuye a la formación de moho.

Tomar el sol con regularidad

La vitamina D "del sol" es especialmente importante para todo el organismo. Sin embargo, como la vitamina D sólo puede absorberse a través de pocos alimentos y en cantidades muy pequeñas, existe un alto riesgo de carencia de vitamina D, que puede provocar inmunodeficiencia y, como consecuencia, una alergia. Para que tu bebé reciba suficiente vitamina D, debes salir al aire libre todos los días. Además, se recomienda complementar la vitamina D con gotas para bebés y niños pequeños hasta el segundo verano de vida.

Vacuna a tu hijo siguiendo las recomendaciones nacionales

Pediatras y alergólogos realizaron un estudio para determinar en qué medida las vacunas afectan al riesgo de alergia y publicaron las correspondientes directrices. Llegaron a la conclusión de que las vacunas no aumentan el riesgo de alergias y, por lo tanto, hicieron una recomendación clara de que todos los niños -incluidos los niños con un mayor riesgo de alergias- deben ser vacunados de acuerdo con las recomendaciones nacionales. El Comité Asesor de Vacunas de la AEP facilita información sobre España.

Volvemos a resumir aquí los consejos preventivos más importantes para los alérgicos:

1. 1. Asegura un sistema inmunitario sano. Evita las influencias ambientales nocivas y da mucha importancia a que tu hijo salga a diario al aire libre.
2. 2. Presta atención a una dieta sana para reforzar la flora intestinal y el sistema inmunitario.
3. 3. Reduce los alérgenos en el entorno de tu hijo. Evita el moho, utiliza filtros de polen en la aspiradora y no tengas gatos en caso de alergia al pelo de los animales.