La sonrisa que vemos durante las primeras semanas de vida de un recién nacido es una sonrisa refleja, provocada por una tensión instintiva de los músculos que hace que parezca que el bebé está esbozando una pequeña sonrisa. Esto ocurre sobre todo cuando el recién nacido está dormido. Si tienes suerte, podrás observar esta expresión en una de sus imágenes ecográficas incluso antes del nacimiento.

No hay reglas fijas sobre cuándo un bebé empieza a sonreír intencionadamente. Muchos bebés empiezan a sonreír "de verdad", también con los ojos, alrededor de las cinco semanas. A partir de ese momento, sonreirán a cualquiera que les parezca simpático.

La sonrisa específica de un bebé suele reservarse a sus padres o a un puñado de personas que conoce bien. La mayoría de los bebés empiezan a sonreír de forma específica alrededor de los cinco meses. Estas sonrisas son especialmente expresivas y alegres. Tu bebé ya reconoce tu cara y las caras de sus principales cuidadores y reacciona a ellas de forma específica.

No es necesario que le enseñes a sonreír: la sonrisa es una capacidad innata que se desarrolla por sí sola. Tampoco podrás obligarle a sonreír. Aunque las caras graciosas, las cosquillas y los juegos divertidos le ayudarán, sólo conseguirás que sonría si realmente le gusta lo que ve. De hecho, esta honestidad hace que la risa de un niño sea una de las cosas más valiosas de la vida que el dinero no puede comprar.