El lenguaje corporal del bebé

Un bebé que ríe o sonríe: esta señal es casi imposible de malinterpretar. Cuando los bebés sonríen, están contentos y felices. Los bebés no necesitan un motivo concreto para sentirse felices. Al sonreír y reír, tu bebé te está diciendo: "¡Estoy muy bien!".

Cuando los bebés se chasquean los labios o se chupan los dedos, suelen tener hambre. Sin embargo, si acaban de comer y no muestran ningún otro síntoma de hambre, puede que simplemente estén intentando calmarse chupando, un reflejo instintivo para muchos bebés.

Cuando tu bebé te mira con ojos grandes y redondos, puede estar diciéndote varias cosas: los padres aprenden rápidamente si su bebé de ojos grandes está especialmente atento, feliz, temeroso o asombrado. Cuando un bebé tiene los ojos pequeños, con los párpados medio cerrados, puede estar aburrido o cansado.

Las cejas levantadas indican que el bebé está sorprendido. Las arrugas alrededor de los ojos y en la frente pueden ser señal de que no se encuentra bien.

Cuando los bebés tienen los ojos un poco vidriosos, están en proceso de desconectar y relajarse y probablemente quieren un poco de paz y tranquilidad.

Los bebés que agitan mucho los brazos y dan patadas con las piernas lo hacen por diversos motivos. Para interpretar correctamente todos estos movimientos, es importante observar qué más hace tu bebé. A veces, los bebés dan patadas para llamar la atención y jugar.

Si el bebé patalea y parece inquieto, puede ser señal de que algo le molesta, por ejemplo, gases o cólicos.

Los bebés que ríen y chillan mientras patalean simplemente expresan su alegría de vivir.

El lenguaje corporal de un bebé es único y no siempre puede interpretarse con claridad. Sin embargo, a medida que los padres vayan conociendo mejor a su bebé, aprenderán a leer correctamente sus señales y a entender lo que intenta decirles.