C. Hipp: Por supuesto. El Reglamento sobre agricultura biológica de la UE es algo bueno. Prohíbe el uso de insecticidas químicos y sintéticos y fertilizantes, la ingeniería genética en las plantas, los conservantes y colorantes artificiales, así como los aromas y potenciadores del sabor.

C. Hipp: Absolutamente. El logotipo de producto BIO estándar es bueno e importante. Sin embargo, no cubre los controles de calidad de los productos BIO después de haber crecido. Los contaminantes presentes en el aire, el suelo o los campos contiguos pueden contaminar las frutas, verduras o granos cultivados. Por eso, las disposiciones legales permiten una cantidad muy pequeña de pesticidas en la alimentación infantil. HiPP no. Nosotros nos esforzamos por obtener valores muy inferiores a los que exige la ley: esto significa que no permitimos estos residuos y que, por tanto, realizamos controles de calidad completos al máximo nivel tecnológico. Sólo los productos BIO impecables se envasan en los tarritos y reciben el sello BIO.

C. Hipp: En primer lugar, tomamos muestras del suelo para determinar la idoneidad de un campo. Hace ya muchos años que establecimos contratos exclusivos en las zonas de cultivo más adecuadas para nuestros diferentes tipos de verduras. Durante décadas hemos adquirido conocimientos especiales sobre la rotación de cultivos. También ayudamos a las granjas BIO durante el cultivo y colaboramos estrechamente con ellas. Después, en el momento de la entrega, sólo aceptamos los productos que hayan cumplido los estrictos requisitos de pureza de HiPP en los controles de nuestro laboratorio.

C. Hipp: Hacemos controles de más de 1.000 sustancias nocivas, una cantidad muy superior a la que establece la legislación. El contenido de un tarrito pasa hasta 260 controles. Somos por tanto mucho más estrictos que la ley. Con nuestra tecnología de medición sensible podemos detectar un solo grano de sal en una piscina de 25 m. HiPP ha implantado voluntariamente límites muy estrictos para todas las sustancias nocivas e impurezas actualmente conocidas. No obstante, las propias granjas BIO prestan una valiosa contribución a la pureza, pues conocen nuestra inexorable postura desde hace muchas décadas. Nos comprometemos conjuntamente a ofrecer la máxima calidad. Desde el principio.