Semanas del embarazo:
Semana 9 del embarazo: Garbancito se convierte en bebé
Tamaño de tu bebé en la semana 9
El feto, tal y como lo llaman los médicos hasta el nacimiento, mide ahora aproximadamente 2,6 cm de longitud, tan grande como una cereza (su tamaño ya se puede medir en cm desde la novena semana). Aunque tu bebé aumentará rápidamente de tamaño durante las próximas semanas, todavía tiene mucho espacio en tu matriz para practicar, coordinar y suavizar sus movimientos.
El desarrollo de tu bebé
Después del crucial período embrionario, que dura desde la fecundación hasta la octava semana, tu bebé entra ahora en una nueva etapa de su desarrollo. Ya no es tan sensible y vulnerable como lo era las semanas anteriores.
Todos sus órganos vitales están en funcionamiento alrededor de la novena semana, y es entre ahora y la semana 12 cuando normalmente ha de realizarse la primera ecografía. Sirve para confirmar que estás embarazada, para verificar que el óvulo se ha implantado en el útero con éxito, para comprobar que tu bebé presenta un latido saludable, y para confirmar o ajustar la fecha de salida de cuentas. En este momento, tu médico también podrá descubrir si estás esperando un bebé o gemelos.
Muchos de los órganos internos de tu bebé ya han empezado a funcionar, aunque todavía no estarán realizando todas las funciones para las que sirven.
El principal desarrollo para tu bebé en la novena semana es la formación de los tractos nerviosos, esto quiere decir que ya puede sentir estímulos y reaccionar a ellos. Tu bebé practicará constantemente durante las próximas semanas y meses.
La apariencia y características de tu bebé son cada vez más humanas. Su cabeza está erguida, se estira y usa sus extremidades para realizar sus primeros movimientos, los cuales por ahora son como pequeñas convulsiones.
Los dedos de las manos y de los pies continúan desarrollándose, y es en esta novena semana cuando las muñecas comienzan a formarse. La membrana que solía unir los dedos de los pies ha desaparecido casi por completo, y también la cola, que deja paso a la médula espinal y a las vértebras que la recubren. Cuando nazca, tendrá 33 o 34 vértebras conectadas de forma flexible por los discos intervertebrales, que son los que permiten ese rango de movimientos a la espalda y que permite a una persona doblarse.
Para proteger su delicado cerebro, a partir de la novena semana comienza a formarse el cráneo (antes no era más que cartílago). También continúan formándose otros huesos, aunque todavía son blandos durante este período de desarrollo y tu bebé no habrá adoptado todavía su estructura ósea final.
Es en esta etapa cuando acelera el desarrollo del cerebro de tu bebé: se están formando regiones importantes en el cerebro, que controlarán los sistemas de órganos y los niveles hormonales. Los estímulos que sienta durante las próximas semanas fomentarán el desarrollo de su cerebro (estos estímulos necesitan ser procesados), y el envío de dichos estímulos al cerebro a través del sistema nervioso también aumentará el desarrollo de su tracto nervioso. El cerebro de tu bebé todavía no estará completamente desarrollado cuando nazca. De hecho, ni siquiera estará cerca de estarlo. Será durante sus primeros años cuando tu hijo aprenderá una gran cantidad de habilidades nuevas, habilidades que le ayudarán a superar los retos de este mundo. Su cerebro, sus funciones cerebrales y sus habilidades mentales no estarán completamente desarrolladas hasta que alcance la edad adulta temprana.
¿Cómo se siente la futura mamá en la semana 9?
Los síntomas típicos continuarán desapareciendo, ya que tu cuerpo se ha adaptado casi por completo a los niveles fluctuantes de hormonas. Puede que todavía te sientas algo más cansada de lo habitual, pero esto también debería dejar de ser un problema hacia el final del tercer mes de embarazo. Será entonces cuando empieces a sentir que tu capacidad de anticipación y tu creatividad aumentan, y también te sentirás llena de energía.
Señales y síntomas comunes
Todavía no se nota la tripa, pero aparecen otras señales que pueden dar pistas de tu embarazo.
Cambios en la piel y en el cabello
En la novena semana, las futuras madres suelen notar cambios en la piel y el cabello. El pelo de algunas mujeres se ve fortalecido y brilla más, mientras que el de otras mujeres se hace vuelve más fino. Esto también se debe a los cambios en los niveles de hormonas derivados del embarazo que, después de dar a luz, volverán a la normalidad. Tratar suavemente el cabello con un champú suave puede resultar útil.
Podrás secarte el pelo con un secador sin problemas, pero deberías mantenerte alejada de tintes o tratamientos permanentes, pues los productos químicos que se utilizan para ello pueden ser absorbidos a través de las raíces del pelo y penetrar en tu torrente sanguíneo. Una vez ahí, estas sustancias podría hacer daño a tu bebé. Sin embargo, eso no significa que no puedas darle color a tu cabello de ninguna manera: existen tintes suaves y colorantes naturales con henna que no supondrán ningún tipo de problema.
Tu piel también reaccionará a los cambios hormonales que ahora suceden en tu cuerpo. Por un lado, se volverá más suave y tendrá un brillo saludable gracias al aumento de la circulación sanguínea, mientras que, por otro lado, puede que aparezcan algunas manchas aquí y allá. Usar tratamientos suaves es otra vez la mejor respuesta. No utilices nunca cosméticos agresivos anti-manchas para intentar mejorar el aspecto de tu piel durante el embarazo.
Preguntas que puedes querer hacerle a tu médico o matrona
Encías sensibles
Las mismas hormonas que hacen que tus senos se agranden y que los tejidos se ablanden también hacen que tus encías se vuelvan más sensibles, y quizá notes que sangran ligeramente al cepillarte los dientes. La saliva se vuelve también algo más ácida de lo habitual (como el ácido gástrico) y puede dañar los dientes; es posible que hayas oído el dicho de «ganar un hijo, perder un diente». Así que lávate los dientes 2-3 veces al día con un cepillo de dientes medio-suave o suave. También te recomendamos que acudas al dentista para realizarte limpiezas periódicas.
Hemorragias nasales
También podrías sufrir algunas hemorragias nasales de vez en cuando. Si sólo es un poco de sangre, entonces no habría necesidad de ningún tratamiento pero, si no estás segura, pregunta a tu médico o matrona porque pueden darte consejos sobre cómo lidiar mejor con ellas.