Semanas del embarazo:
Semana 28 del embarazo: El sistema inmunitario de tu bebé comienza a funcionar
La semana 28 marca el final del séptimo mes de embarazo. Ahora empiezas el tercer y último trimestre, que dura de la semana 28 a la semana 40.
Tamaño de tu bebé en la semana 28
Tu bebé mide entre 37 y 37,2 centímetros, casi tan grande como un puerro. Ahora pesa entre 1000 y 1100 gramos, por lo que ha superado la barrera del kilogramo. De ahora en adelante, no crecerá mucho más en longitud, pero todavía tiene que aumentar mucho de peso.
El desarrollo de tu bebé
En la semana 28, tu bebé comienza a absorber anticuerpos de tu sangre a través de la placenta, el primer paso importante en el desarrollo de su sistema inmunitario. Estos anticuerpos alientan al cuerpo de tu bebé a producir sus propios anticuerpos para protegerse contra los patógenos.
Desarrollo cerebral
A medida que los surcos cerebrales se hacen cada vez más profundos, el cerebro de tu bebé se vuelve cada vez más complejo. El aumento de la actividad cerebral, resultado de su mejor percepción sensorial, también puede detectarse midiendo las señales eléctricas generadas por los nervios y por los impulsos en el cerebro mediante un EEG (electroencefalograma).
Desarrollo pulmonar
Sus pulmones se desarrollan igualmente rápido. Sus bronquios, los conductos que conducen el aire hacia los pulmones, se han dividido en dos ramas principales, derecha e izquierda, de modo que el aire pueda fluir por completo a través del tejido pulmonar una vez que nacen. También se han desarrollado los alvéolos, que son el lugar de intercambio entre el aire fresco y rico en oxígeno que respira con el aire “usado” que expira. Una sustancia especial, llamada surfactante, comienza a generarse ahora, y su función es asegurar que los alvéolos no se peguen los unos con los otros al respirar y protejan la superficie de los pulmones.
Con todo esto ya funcionando, tu bebé continúa practicando la respiración. Para ello, tragará mucho líquido amniótico, lo que puede causarle hipo y que tú sentirás claramente como un pequeño espasmo en el abdomen.
Si tu bebé naciera ahora, sus posibilidades de supervivencia serían bastante buenas.
Desarrollo de los ojos
Los ojos de tu bebé también siguen desarrollándose. Cuando está dormido, cierra los ojos y, cuando está despierto, los abre. Ahora puede distinguir entre luz y oscuridad, lo que afecta a sus patrones de sueño, y también colores y formas. La siguiente etapa será el desarrollo de su visión aguda, si bien sus ojos todavía no funcionan correctamente al nacer. De hecho, su visión no se desarrollará completamente hasta que tengan entre uno y dos años.
¿Cómo se siente la futura mamá en la semana 28?
Al final del séptimo mes de su embarazo, habrás cogido ya mucho peso. Tu tripa ha crecido, lo que ha cambiado tu centro de gravedad, y también ha cambiado la forma en la que percibes tu cuerpo, aunque hay ejercicios específicos que puedes hacer para adaptarte a tus nuevas circunstancias. En la semana 28, notarás más y más síntomas causados por el aumento peso y por el crecimiento de tu vientre.
Señales y síntomas comunes
Luchando por dormir
El tamaño de la tripa hará que te resulte más difícil encontrar una posición cómoda en la que tumbarte, así que a menudo te costará más llegar a quedarte dormida. Y no únicamente eso, sino que también tendrás que luchar para dormir toda la noche del tirón, ya que querrás cambiar de postura y dar vueltas, tratando de encontrar una mejor posición para dormir.
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En la semana 28, el fundus, la parte superior del útero, estará exactamente en el centro de su ombligo y arco costal.
Tu bebé se mueve cada vez más
Tu bebé está utilizando el espacio que todavía tiene en el útero para moverse activamente mientras practica sus movimientos, lo que a veces puede interrumpir tu sueño y alterar tu concentración. Estos movimientos se pueden ver también desde el exterior: de vez en cuando aparecerá un pequeño bultito causado por la presión de sus pies o manos. Si estás esperando gemelos, esto sucederá más a menudo, como es obvio.
De esta manera, el futuro papá y los abuelos podrán gozar de poder tener “contacto” con tu bebé. En la semana 28, no es posible saber en qué posición exacta está el bebé, se situará en cualquier posición que le guste.
Notando algunas contracciones
Tu cuerpo continúa preparándose para el parto y practicando las contracciones. De vez en cuando, sin previo aviso, sentirás que tu vientre se aprieta durante aproximadamente un minuto. No será doloroso, y de ninguna manera es peligroso para tu bebé.
Tu útero comprime al resto órganos
Además de luchar por dormir durante la noche, tendrás que ir más a menudo al baño durante el día. Esto se debe a que el útero y el bebé comprimen tu vejiga, reduciendo su tamaño. Además, el útero también ejerce presión sobre otros órganos, lo que puede provocar acidez estomacal o dolor en los riñones.
Piernas doloridas
Pies y tobillos hinchados, piernas pesadas (especialmente en verano) y calambres musculares son otros de los síntomas comunes que experimentan las mujeres embarazadas en esta etapa. Así que cuídate:
¡Descansa un montón!
¡Recuerda mantener una dieta saludable con mucho magnesio! ¡Siéntate o acuéstate con las piernas en alto tan a menudo como puedas!
Levantar las piernas aumentará la circulación del agua de la sangre y de los tejidos e impedirá su “sedimentación” en las extremidades inferiores.
Obtén más información sobre qué nutrientes necesitas ahora mismo para evitar o minimizar estos síntomas.
Preguntas que puedes querer hacerle a tu médico o matrona
Ayuda para las varices
Si experimentas dolor en las piernas con frecuencia, o si alguna vez tuviste varices antes del embarazo, tu médico podrá decirte si es médicamente relevante. Puede ser que tengas predisposición genética para las varices, en cuyo caso este síntoma es algo más que un defecto visual. Tu médico puede ayudarte a prevenir la trombosis, lo que a veces implica terapia o tratamientos preventivos. En este caso y dependiendo de tu trabajo, el primer paso sería usar medias de compresión (que son altamente elásticas y por lo tanto evitan que la sangre quede bloqueada en las capas internas de las piernas) tanto para estar de pie como para caminar.
