¿Necesita mi bebé comer por la noche?
Cada niño tiene su propio patrón de sueño y comida y sus propias necesidades. En particular, los bebés recién nacidos no tienen noción del día y de la noche durante las primeras semanas. El bebé simplemente no está acostumbrado a no recibir alimentos durante un periodo de tiempo prolongado. En el útero, el bebé se “alimentaba” a cualquier hora. Por eso, en las primeras semanas seguramente su bebé le despierte por la noche para alimentarse.
Si alimenta a su bebé con fórmulas infantiles, puede turnarse con su pareja para alimentarle por la noche. Naturalmente, en la lactancia también es posible extraerse la leche materna por la tarde y guardarla en el frigorífico (bien cerrada entre +4°C y +6°C durante un máximo de 2 días).
A los tres meses, su bebé alargará las tomas y dormirá más tiempo por la noche que durante el día. A partir del segundo semestre de vida, los niños no necesitan alimentarse por la noche, pues a esta edad el ritmo de hambre y saciedad de un niño sano se establece por completo en el periodo diurno.
Una papilla de leche antes de ir a la cama
La papilla de leche, la última comida antes de ir a la cama, mantiene saciado al bebé durante más tiempo que la leche materna o preparada
Saciarse durante el día es importante
Para sentirse saciado por la noche, no sólo es importante una cena nutritiva, sino también haber comido suficiente durante el día. Si quiere que su hijo duerma toda la noche, también es importante satisfacer sus necesidades nutricionales durante el día. Intente cambiar el contenido de energía de la cena al día. Ofrezca a su hijo una comida a mediodía que contenga verduras y carne o pescado. No basta con sustituir una toma de leche por un tarrito de verduras. Al inicio de la alimentación suplementaria, mientras su bebé no se termine una porción entera, puede darle después leche hasta que se sacie por completo. La experiencia demuestra que la cantidad de leche disminuye gradualmente hasta que la toma de leche se sustituye por completo por una papilla.
Cómo desacostumbrar de las tomas nocturnas al bebé
Las tomas nocturnas pueden convertirse en un mero hábito del que el bebé no desea prescindir. Si el bebé sigue despertándose por la noche, es conveniente intentar darle té sin azúcar añadido o agua en lugar de comida. Las tomas nocturnas impiden que el bebé duerma toda la noche del tirón y pueden dañar los primeros dientes del bebé porque es improbable que se laven después. Abandonar este hábito requiere tiempo y paciencia, pero lo logrará con suave persistencia.