La alimentación adecuada antes de ir a la cama
Un sueño tranquilo y relajante es importante para el crecimiento y el desarrollo sano del bebé – al igual que para mamá y papá.
Además de los rituales tranquilizadores en el momento de ir a la cama y de un entorno adecuado para el sueño, una cena ligera, que sacie y se digiera con facilidad, es importante para dormirse rápidamente y aguantar toda la noche del tirón. Ni que decir tiene que la papilla que se le dé al bebé antes de ir a la cama no debe contener azúcar añadido.
Según las recomendaciones del instituto alemán de investigación de alimentación infantil (FKE), a partir de los 4 – 6 meses de edad debe introducirse progresivamente la alimentación suplementaria. Muchos padres se hacen la misma pregunta: ¿qué papilla es la adecuada para dormir bien por la noche?
¿Qué alimento es fácilmente digerible, produce una sensación de saciedad prolongada y permite a su bebé dormir relajado?
Por la noche, la opción tradicional de una papilla de leche con cereales ha resultado ser la más adecuada. La leche que contiene proporciona proteínas especialmente nutritivas y fácilmente digeribles. Los tiernos copos de cereales aportan energía. Estos copos garantizan que el cuerpo disponga de energía durante más tiempo. Así, su bebé dormirá generalmente tranquilo y no le despertará el hambre.
Ésta es la mejor manera de terminar el día y comenzar una relajante noche:
Esté atento a las señales de su bebé. A la hora de la cena, no debe estar demasiado cansado porque, de lo contrario, puede quedarse casi dormido mientras come. Para aguantar toda la noche, el bebé necesita tener suficiente tiempo para saciarse con la comida. Deje que el día termine pacíficamente y comparta algo de tiempo con su bebé abrazándole y mimándole para que su pequeño pueda despedirse de su entorno y de usted de una manera natural.